lunes, 4 de abril de 2011

-"YA TE DIJE QUE LAS LETRAS NO TENÍAN SALIDAS"



         Los escritores suelen caracterizarse por poseer un singular lado oscuro que tiende a cabalgar por el quicio del vicio, las deudas y la locura…Pero lo que no habitúa a  conocer el lector es el hecho de que, quien proporcionó al escribano moderno las herramientas para poder reproducir sus letras, cojeaba del mismo pie.

  
Y es que el Señor Johann Gutenberg, impresor-inventor alemán pionero en el uso de los tipos móviles y, considerado por muchos no sólo el personaje de su siglo, sino el personaje del milenio, alcanzó la notoriedad inmerso en un constante trasiego de deudas, pleitos, alcohol y "aficiones" varias…

Aunque se sabe poco de su vida y producción (ninguna de las obras que se le atribuyen está firmada) se cree que nació hacia 1400 en Maguncia, y su primera formación fue la de orfebre. Más tarde, su familia se estableció en Estrasburgo.

Todo lo que hoy conocemos de su juventud es que en 1430 ya no se encontraba en Mainz, y se presume que emigró por problemas políticos a Estrasburgo, donde la familia, posiblemente, tenía contactos importantes.

En el año 1437 Gutenberg fue demandado por "incumplimiento de promesa de matrimonio" por una joven patricia de Estrasburgo (una tal Ennel Tür) No hay nada que indique si esta demanda terminó en matrimonio o no, sin embargo, Gutenberg, curiosamente abandonó Estrasburgo cerca de 1444.

En 1438 se asoció con Andreas Dritzehn para llevar a cabo experimentos de imprenta.

Poco después, y con enormes costos monetarios, sufragados, entre otros, por Arnolt Gelthuss (un pariente suyo que le prestó 150 gulden en el año 1448) perfeccionó su invento; tal y como se demuestra en los más antiguos ejemplos de impresión que se conocen: ("Weltgerichtsgedicht": el poema del juicio final y el "Calendario para 1448")


Hacia 1450 regresó a Maguncia donde se asoció con un rico burgués del lugar; el comerciante y prestamista alemán Johann Fust, con el propósito de terminar su máquina e imprimir la famosa "Biblia de 42 líneas", tarea que fue terminada entre los años 1453 y 1455, año este último, en que Fust entabló un pleito contra él reclamando los 2000 gulden que le había anticipado y que nunca volvió a ver. No obstante, como resultado de la insolvencia de Gutenberg, la maquinaria y los tipos que éste fabricó (al haberlos dejado en prenda) quedaron en propiedad de Fust.
Afortunadamente, su Biblia pudo quedar terminada, entre otras cosas, por la esencial colaboración económica de Peter Schöffer (yerno de Fust y aprendiz de Gutenberg)

Después de su ruptura con Fust, Johann Gutenberg se las volvió a ingeniar para seguir imprimiendo, tanto en Maguncia como en la cercana ciudad de Eltvile.
Pero como Fust y Schäffer contaban con el copioso inventario de tipos para la impresión y maquinaria “cedidos” por Gutenberg (los cuales, habían sido preparados para la edición de los Salterios) ellos fueron los encargados de imprimir esta obra clave en Agosto de 1457, la cual incluía los nuevos tipos en dos tamaños que Gutenberg dejó listos, al igual que las mundialmente famosas letras iniciales (con su ingenioso mecanismo para impresión a dos colores)
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Alrededor de 1458 Gutenberg perdió también las tempranas fuentes de tipos que había construido para su Biblia de 36 líneas y que tuvo en su poder hasta la cuarta década del siglo. Mucho antes de imprimir esta Biblia, los tipos habían sido utilizados en una edición del "Weltgerichtsgedicht", en el calendario para 1448, en ediciones de Donato, y en otros varios trabajos impresos. La mayoría de estos tipos cayeron en poder de Albrecht Pfister en Bamberg.

Posteriormente, Gutenberg manufacturó un nuevo equipo de impresión con la ayuda recibida de Conrad Humery, un rico y distinguido doctor de leyes, líder del partido popular y canciller del concejo. Dicho equipo fue utilizado para la impresión del denominado "Catholicon" (lexicón gramático y alfabético) en el año 1460, lo mismo que en varios libros pequeños impresos en Eltville hasta el año 1472 por los hermanos Echtermünze, parientes de Gutenberg.

Una vez más, la ayuda recibida, en este caso por Adolfo II en 1465 (arzobispo de Maguncia y elector de Nassau que se convirtió en su mecenas como reconocimiento a su invento) fue fundamental para que Gutenberg pudiese prolongar un poco más su labor. No obstante, la distinción que se le confirió por quedar a oficio del arzobispo, le sirvió principalmente para otorgarle prestaciones tales como vestido y otras provisiones que le evitaron pasar mayores necesidades en sus años de declive (los cuales ya comenzaron junto a Adolfo II) ya que, el arzobispado de Mainz decidió realizar su subsidio mediante alimentos y alojamiento en lugar de dinero, debido a que solía gastar todo lo que ganaba en alcohol. Y fue allí, en la Corte de Adolfo II, donde Gutenberg esperó la llegada de un final que, con toda probabilidad, aconteció en Mainz el día 3 de febrero de 1468.

Se cree que fue enterrado como un terciario en la ya inexistente iglesia Franciscana de Mainz; la ciudad donde nació y, tras numerosas mudanzas, volvió para morir (cerrando así el círculo de su agetreado viaje vital)

Una nube de profunda oscuridad oculta casi toda la vida del inventor; su personalidad, el tiempo y lugar de sus inventos y, especialmente la parte que tomó personalmente en la producción de los proyectos impresos que nos han llegado desde sus tiempos hasta nuestros días. Aunque las investigaciones de numerosos expertos han arrojado mucha luz respecto a los trabajos de imprenta conectados con el nombre de Gutenberg, estableciendo de una manera más definitiva la naturaleza de su invento.

Hoy se ubica en Mainz un Museo que recrea su prensa y su taller.

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 Por: Dani-ÉL.



Fuentes consultadas:

http://www.profesorenlinea.cl/biografias/GutenbergJohann.html
http://www.aciprensa.com/Enciclopedia/gutenberg.html
http://www.misrespuestas.com/quien-fue-gutenberg.html

4 comentarios:

  1. Que buena entrada!!!. Sin duda Gutemberg, su historia y figura, es una de esas almas torturadas que hacen la historia con su simple creatividad. Pero también es impresionante por lo moderno del caso, no solo por los problemas con el alcohol, el juego (y demas lios de faldas) sino porque en este caso estuvieron muchas de las fuerzas políticas que chocarían en los siguientes siglos: la aristocracia secular y religiosa, frente a la burguesía prestamista y bancaría. Y no solo eso, sino que dentro de este juego se entrecruzan juicios interminables, espionaje industrial y redención. Su fortuna fue que su nombre pudo ser rescatado para la posteridad, otros no tuvieron tanta suerte.... Sino que se lo digan a los millares de programadores que los grandes "popes" han borrado de la oficialidad

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  2. La verdad que con esta entrada podemos tener un debate para largo rato jajajaja me ha encantado, no tenía ni idea de la dramática vida de este hombre, en fin, me parece increíble como un alma en pena acaba siendo una de las figuras más importantes de las artes gráficas...
    Este tipo de vida me recuerda a la de Van Gogh. que fue un borracho perdido toda su vida y que de muerto sus obras son de las más caras de la historia, por suerte Gutenberg se quedó con eso, el reconocimiento años y años después de sus fracasos, todo sea que solo recordemos lo que interesa a algunos! ;)

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  3. En eso tienes razón. A menudo la genialidad lleva consigo grandes dosis de locura. De hecho no fue hasta el siglo XVII cuando a los locos se les empezó a encerrar en psiquiatricos. Hasta entonces muchos eran considerados sabios

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  4. ...Cierto, ¡jeje!...Eso dice mi psiquiatra ;)

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